martes, 7 de diciembre de 2010

II carrera de montaña Peña del Tren o “El Infierno Perdido”

Cuando nos levantamos el domingo ya estaba lloviendo en León. Con una mezcla de nerviosismo, como siempre, e ilusión, marchamos Siri, Dobra y yo a buscar a mi primo David para ir hasta Torneros de La Valderia, para correr la carrera que organizan nuestros amigos del C.D. Castrocontrigo.


La carretera desde La Bañeza está regular así que nos lo tomamos con calma. Café en Castrocontrigo y llegada a Torneros para encontrarnos con amigos y conocidos de estas carreras de montaña que tanto me gustan.


Gracias al Tron

Empezamos a prepararnos, a poner el dorsal a Dobra, jeje, y esperar un cuarto de hora para que llegaran todos, hablando con nuestros amigos Pablo, Francisco, Juan Carlos, Fernando, etc. y las 11:15h con la música amenizando la salida y con la lluvia que no se quería perder el día, comenzamos la carrera. Yo me puse adelante y Siri, Dobra y David empezaron atrás para que Dobra no se asustara con tanta gente.

Perfil de la carrera de la página del C.D. Castrocontrigo

Comenzamos en cabeza tranquilamente y ya desde el principio comenzaron las cuestas. Nos fuimos colocando a nuestro ritmo y se comenzaron a ir desde el principio Santi, Fernando y otro chico. Yo subía mi ritmo. La verdad es que me encontraba muy a gusto corriendo. Fui casi todo el tiempo sólo aunque oía muy cerca la respiración de la gente. En el único momento que giré la cabeza ahí vi a Francisco haciendo una buena carrera. Le animé y seguí mirando hacia delante. Cuando estábamos en plena subida ya me encontraba sólo de nuevo. A lo lejos veía a Fernando lo cual me motivó mucho. Subí muy bien, después de las dudas iniciales que siempre me asaltan en todas las carreras estaba muy a gusto. A poco de la cima comenzó un viento helador, granizo, nieve. Ya estaba con los guantes y el buff totalmente mojados, los pies desde el principio helados. Pero me encantan estos retos. La verdad es que aún con estas adversidades me lo estaba pasando muy bien. Estaba gozando con el recorrido y con la carrera que estaba haciendo. Llegué a la cima el 4º, creo, y en la bajada del cortafuegos pasé a Fernando, aunque sabía que unos cuantos me pasarían donde se podía correr más.


Foto gracias a LeonTrail

Tampoco me importaba, me estaba gustando la carrera que estaba haciendo. Poco después se podía correr. Estaba con buen ritmo. En el kilómetro 10 llevaba 54 min. Con toda la subida y el día, estaba muy contento. Poco después me pasó un asturiano muy majo y nos animamos un rato. Después me pasó Rabadán y luego Fernando. Ahí estábamos corriendo mucho porque era para abajo, sabía que quedaba poco. Una subidita y ya llegar. Tenía un ritmo muy bueno y la moral por las nubes, iba 6º en esta gran carrera. Y de repente veo que comienzan a subir por la pista Santi, Fernando, Rabanal y los que estaban delante. Nos habíamos equivocado en algún punto. En ese momento me quedé helado y no precisamente por el tiempo. Me entró un bajón tremendo. Comencé a subir sin saber cuanto nos habíamos equivocado, pero yo ya no tenía fuerzas ni moral, sobre todo moral, para continuar. Subí hasta el cruce allí estaba la baliza que se había volado con el viento y el de la organización que se disculpaba, le dije que no se preocupara. No tiene la culpa, las carreras de montaña son así. Desanimado en ese momento sólo quería llegar al coche. Me quedé frío veía la gente pasar y yo pensando que carrera más bonita hubiera salido si no nos hubiéramos perdido. Un buen puesto y unas buenas sensaciones. Pero de todo se aprende. Ahora lo se. En cuanto vi la carretera desde el camino bajé hacia ella a refugiarme en el coche. Pasé como un fantasma delante de la gente que me preguntaba si me encontraba bien. Sí, contestaba. Me cambié, me preguntó Fernando a ver si había ganado y le dije que yo también seguí detrás de ellos y era otro de los que me había equivocado. Él y otros cuantos de los primeros tenían fuerzas y moral para acabar. Yo no. Calculo mis fuerzas para acabar, no para los imprevistos y eso en las carreras de montaña es fundamental.

Foto gracias a Tron

Me metí en el coche con la calefacción tiritando y sin fuerzas. Llegó Siri y Dobra no tenía ni fuerzas para secar a Dobra. Llegó mi primo. Ellos habían corrido muy bien. Llegaron a meta y acabaron este carretón. Yo no.

Me empecé a encontrar mejor. Fuimos a tomar unas sopas, un café y dejamos a Dobra en el coche calentita. Se lo había ganado.

Fuimos todos a comer, a echarnos unas risas, a disfrutar de estos momentos con toda esta gente tan fantástica. Ahí se me pasaron todos los males. Ahí se acabó mi bajón. Ahí volví a acordarme porque me gustaban las carreras de montaña. Ahí me acordé de lo bonito que es una carrera, un paseo por la montaña. El día anterior habíamos ido Siri, Dobra y yo a dar un paseo por Piedrafita la mediana con las raquetas para que Dobra pisara la nieve. Nos lo pasamos como enanos. Cada segundo con la familia y los amigos. Cada rato con la gente que quieres. Cada día disfrutando con la gente que tiene tus mismos intereses y a veces hasta ideales ayuda a seguir cada momento.

En definitiva, gran carrera de Siri, Dobra y David. Gran carrera de todos los amigos y conocidos. Gran carrera de todos. Gran organización. Grande el pueblo y su gente. Por mi parte satisfecho con mi carrera, probablemente hubiera entrado entre los diez primeros con la calidad de la gente que corría, que para mi es buenísimo y con un gran tiempo y aprendida la lección que en ningún caso hay que desanimarse. Que podemos con todo si se toma con optimismo y que la Peña del Tren me espere el próximo año que allí estaré con más ganas incluso que este año.

Salud y hasta la próxima